Hermanos en Cristo yo les cuento que cuando llegue a los pies de Jesús. Mi vida estaba vacía sin consuelo y sin amor. Yo era una persona alcohólica, agresiva. No media las consecuencias, a tal punto que la bebida me fue atrapando cada vez más. Esto tuvo consecuencias muy serias. Hoy me encuentro privado de mi libertad. Gracias a Dios, pude encontrarme con él y hoy puedo conocerlo más. Si, yo acepte a Jesús en mi corazón y hoy puedo decir que no soy el mismo Juan de antes.
Mis pensamientos son distintos, mi manera de pensar es distinta. En este tiempo participo de los cultos que aquí adentro podemos tener y recibo la gracia divina de Dios. Pronto se abrirán las puertas de esta carcel, pronto podré salir y contar mi testimonio acerca de lo que Jesús hizo en mí. Si, hermanos. Nunca más en prisión. Ahora a vivir con mi familia que me espera, con una hija que espera mi regreso.
Juan Ramón Lopéz ( 48 años)
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