Faltan pocos días para que nos sorprenda el cambio de año; 2014 pasó y ya estamos escribiendo 2015.
Mirando a nuestro alrededor veo que el 2015 es un año de oportunidades para la Iglesia de Jesucristo.
Mientras escuchaba los comentarios, nacionales e internacionales de los pronósticos para el 2015 me asombra que los comentarios globales no son muy alentadores, en el campo de la política, economía, sociedad, etc. Por ejemplo mientras notamos el avance de la ciencia en diferentes áreas, nos enteramos repentinamente que una nueva y mortal enfermedad azota y ataca especialmente a los más pobres de nuestra sociedad. Mientras los líderes mundiales festejan un acuerdo de paz en alguna parte del mundo nos enteramos que bombas – muchas de ellas suicidas – han provocado muertes y dolor a centenares. Escuchamos que las naciones ricas serán más ricas, mientras que las pobres serán más pobres…etc.etc.
Mientras tanto el común de la gente vive en una búsqueda incesante por conocer la verdad de la vida y su significado. Líderes religiosos en el mundo admiten que la religión – como tal – no ha dado respuesta a las necesidades humanas…mientras tanto hombres y mujeres siguen buscando la “verdad y la vida”. Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí”
Me pregunto ¿ no es ésta una oportunidad para presentarle a este mundo que hay respuesta a cada interrogante de la vida en Jesucristo ?
Los Capítulos 9 al 11 de Romanos nos exhortan a llevar el evangelio a cada criatura. Los Vss.14 y 15 dicen: “ Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? “
Pablo hace este llamado después de recordar que La Iglesia de Jesucristo ha recibido los privilegios que tenía el antiguo pueblo de Israel, tales como La Adopción, La Gloria, Los Pactos, La Promulgación de la Ley, El Culto a Dios, Las Promesas, entre otros.
En el Vs. 15 agrega: “ ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!»
Frente a estas oportunidades te invito a que, juntos, reflexionemos sobre nuestro rol como Iglesia de Jesucristo, de alcanzar a cuántos más nos sea posible, pues “ ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?” Vos y yo, juntos, somos los elegidos por Dios para hacer conocer a este mundo, que Jesucristo es el Salvador de todos.
Que tengas un bendecido y próspero Año Nuevo 2015.
Pastor Rino Bello
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