La importancia de la evangelización

Por Denys Blackmore, Director Ejecutivo EHC/CCH, Canadá.

En su apremiante libro, “Penetrando en la oscuridad”, de reciente aparición,

Jack Hayford describe la manera en que el mensaje de Jesús comunica la esperanza en todo
momento. Él vino a traer “vida abundante” -vida en una nueva di- mención – tanto para el
presente como para el futuro. Y ofreció el regalo de un Reino a todos aquellos que lo aceptarán: un doble ofrecimiento de la
salvación, para hacernos nacer en el reino (de Dios), y el don de la asociación, para
permitirnos, como ciudadanos, extender su Reino en todo el mundo.

Qué mensaje! Y que honor el de poder proclamarlo a todo el mundo, en cada nación, casa por
casa, persona a persona! Esta ha sido la tarea principal de Cruzada A Cada Hogar en el mundo durante 65 años, y por la
gracia de Dios seguirá siendo nuestra prioridad hasta que Jesús regrese. Algunos se preguntarán por qué sostenemos que la evangelización ocupa el primer lugar en
importancia. Creo que la respuesta a esta pregunta se ve claramente través de las toda la
Biblia.

Reflexionemos en estos hechos …

La primera canción en ocasión del nacimiento de Cristo fue evangelística. “Miren que les traigo
buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.” (Lucas 2:10)
La primera oración enseñada por Jesús a Sus discípulos es evangelística. “Venga Tu Reino”
(Mateo 6:10) Las primeras acciones de los primeros discípulos fueron evangelísticas. Andrés encontró a
Simón y lo llevó al Señor. Felipe encontró a Natanael y lo condujo al Señor. (Juan 1.41)
El primer elemento de discipulado es evangelístico. “Vengan, síganme -les dijo Jesús-, y los
haré pescadores de hombres.” (Mateo 4:19)

El primer mandamiento del Señor Resucitado fue evangelístico. “… Como el Padre me envió a
mí, así yo los envío a ustedes” (Juan 20:21) La Primera responsabilidad de la Gran Comisión es evangelística. “Les dijo: “Vayan por todo el
mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. ” (Marcos 16:15)
El primer sermón predicado en el nacimiento de la Iglesia fue de evangelístico. “Pedro, con los
once, se puso de pie y dijo a voz en cuello… Y aquel día su unieron 3000 personas “(Hechos
2:14-19) El primer capítulo de la historia de la iglesia fue la evangelístico. La descripción de Marcos
16:20 – “Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la
obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban”, se refleja vívidamente y en
forma ampliada en los Hechos de los Apóstoles.

El Apóstol Pablo, reconoció sin ambigüedades la prioridad de la evangelización. En
Romanos 1:14,15 ” Estoy en deuda con todos, sean cultos o incultos, instruidos o ignorantes.
De allí mi gran anhelo de predicarles el evangelio también a ustedes que están en Roma” . Y
dos versículos después enfatiza: “Romanos 1:16 : “A la verdad, no me avergüenzo del
evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos
primeramente, pero también de los gentiles”. Al igual que Pablo tenemos la obligación. No
podemos y no debemos quedarnos callados. Todos los días, mientras las buenas nuevas de
Jesús se proclaman en todo el mundo, millones de personas responden y encuentran vida,
esperanza y paz. Que Dios nos ayude a nunca avergonzarnos de su Evangelio. Que él nos
ayude a ser inflexibles en nuestra devoción y firmes en nuestra consagración a contar a otros
acerca de Jesús. Las buenas nuevas de Jesús son el poder de Dios que trae la salvación.
Por cierto, son PRIODIDAD UNO.

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