Ojos para ver los perdidos

“Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de

ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la

oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, lleno de

alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a

sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo; ya encontré la

oveja que se me había perdido.” (Lucas 15: 4-6)

En el familiar pasaje anterior, tenemos una ventana sobre el plan y el

corazón de Jesús para cumplir Su misión de buscar y salvar a los

perdidos. Estamos ansiosos de recorrer todo el plan de oración al ver

claramente cómo Jesús prometió enviar a los obreros cuando se lo

pedimos. Haga una pausa y rebobine. Reconoce que la motivación de Su

corazón nos informa la oración que Él nos enseña a orar.

Si debemos orar correctamente para que los obreros sean enviados,

debemos primero encontrar y abrazar la misma motivación de Jesús – la

compasión. Debemos recordar que Jesús no nos da esta asignación de

oración como un deber, sin pasión. Su corazón está profundamente

conmovido, y el nuestro debe ser así.

Ore para que Jesús comparta con usted de una manera nueva Su compasión

por los perdidos en su nación. Pídale ojos para ver a Sus ovejas

perdidas como Él las ve. Ore para que el amor llene su corazón y sea

la motivación de su trabajo y oración este año.

Jesús, Mi Pastor, ayúdame a ver a los perdidos como los ves.

Dame el regalo de la compasión y un anhelo para que las ovejas

perdidas de mi nación entren en tu redil. Rompe mi corazón, oh Dios, y

conmuéveme a orar con pasión por los obreros que serán enviados a la

cosecha.