22 April 2015

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 April 22, 2015
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categoria testimonios

Ricardo Giménez es un hombre anciano, criollo, que vive en el pueblo Ibuapopó, sobre el rio
Paraguay.

Francisco visitó su pueblo y llevó la palabra de Dios a todos los Hogares de ese pequeño pueblo, donde no hay Iglesias cristianas (ni católica ni evangélica). Cuando Francisco llegó a la casa de Ricardo G. este hombre recibió con agrado el mensaje del evangelio y le preguntó a Francisco cuál era el precio que debía pagar para ser cristiano y agregó “…yo soy muy pobre y no sé si puedo ser cristiano…” A esta pregunta Francisco le dijo:

Jesús vino a morir por nuestros pecados y pagó el precio de nuestra salvación
Dios necesita que le entreguemos nuestro corazón y no necesita nuestro dinero para ser salvo y encontrar la paz y tranquilidad.

Ricardo dijo que si esto es cierto, entonces yo puedo entregar a Jesucristo mi corazón. Ricardo y toda su casa fueron salvos y en este pueblo recibieron a Jesucristo más de 200 personas y a través de Ricardo se están iniciando dos nuevos Grupos de Cristo.

Francisco visita mensualmente esta pequeña localidad para animar y enseñar TM a los futuros líderes.

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