19 September 2017

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 September 19, 2017
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categoria testimonios

“Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo volverás a encontrar.”

Eclesiastés 11:11 (RVA-2015)

Esta mañana, mientras manejaba mi automóvil para llegar a la Oficina entró un llamado a mi celular desde la ciudad de Juan J. Castelli (Chaco) a 1244 Kms. desde Buenos Aires.
El que me llamaba era el Pastor ANGEL LUJAN, quien fuera nuestro EHC obrero en los años ´80 y sirvió en nuestro Ministerio por 10 años, realizando una tarea fantástica en la ciudad de La Rioja, en el noroeste argentino.

Angel ha vuelto siempre a su “primer amor” y es un valiente evangelista y se ha dispuesto fundar nuevas congregaciones en una zona de muy difícil acceso en la Provincia del Chaco. “ he vuelto a llevar el evangelio casa por casa como lo hacíamos en otros tiempos, y te envío las fotos de los primeros 10 hermanos que bautizamos hace pocos días…”

Desde que Angel dejó de servir en nuestro Ministerio fundó varias Iglesias utilizando siempre los materiales,Visión y Metodología CCH, pero esta vez sus palabras me hicieron retroceder 30 años al contarme la siguiente historia:
“A finales del año pasado, con mi esposa – dijo Angel – fuimos a recorrer la zona donde habíamos ido a evangelizar entre las Provincias de La Rioja y Catamarca. Hace 30 años atrás en los 16 pueblos que visitamos no había ninguna Iglesia Evangélica y los pobladores no habían oído hablar del Evangelio de Jesucristo. Esta vez, 30 años después nos sorprendimos al ver que en cada pueblo había por lo menos una Iglesia Cristiana Evangélica, y en los pueblos más grandes hasta dos o tres Iglesias. Eran los lugares donde habíamos sembrado la Palabra del Señor a través de los “Misioneros de Papel”, y hoy esos frutos han crecido al 100% y se ven centenares de personas (o tal vez miles) que son el fruto de esas Campañas a Cada Hogar. Un hombre de 60 años me dijo – dice Angel – “Ah, yo recuerdo esos “papelitos” que enseñaban el evangelio de Jesucristo. Todos en este pueblo conocieron el evangelio a través de estos tratados y ahora tenemos Iglesias en todo este valle…”

Detuve mi coche. Di gracias al Señor porqué la Palabra enviada de Dios no vuelve vacía y hace la obra por la que fue enviada. Allí estaba la muestra. Miré la foto de Angel y me dí cuenta de que los años habían pasado para él, pero también para mí, cuando me ví en el espejo del coche.
Cobró sentido para mí Mateo 21:9: “… ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!…” y Romanos 10:15 : «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!»

Con amor,
Hasta la última casa…

Pr. Rino Bello, Director Cruzada a Cada Hogar, Argentina

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